Sobre la Jubilación en Japón a los 70 años.
Recientemente el gobierno
japonés ha hecho una declaración pública diciendo que llevará al Parlamento
inmediatamente el aumento en la edad de jubilación hasta los 70 años. La hora
ha llegado, los que esperábamos que el capitalismo propusiera algo en lo que
venían trabajando los mercenarios económicos e ideológicos del capitalismo,
estaba tardando, y ya está aquí. Han ido gradualizando sus impresentables e
interesadas propuestas en torno a las pensiones, con el objetivo estratégico de
lograr a través de la globalización y de sus instrumentos financieros,
económicos, políticos e ideológicos la privatización de las pensiones públicas,
objetivo final deseado y deseable que les permita mantener sus tasas altas de
beneficios, ya que las tradicionales no cubren sus expectativas de lucro y
avaricia.
El campo de ensayo de este
proyecto global del capitalismo es Japón, porque en este país se dan las
condiciones adecuadas de temperatura y presión, como diría un científico, para
que el resultado sea básicamente satisfactorio y pueda intentar exportarse al
mundo entero, adaptándose naturalmente a las condiciones y ritmos propios de
cada lugar.
Japón es un país con
importantes peculiaridades, más allá de su modelo organizativo, su tradición o
su cultura. En primer lugar, Japón ha venido liderando en las últimas décadas
el ranking de esperanza de vida al nacimiento. Actualmente la esperanza de vida
al nacimiento de una mujer supera los 87 años. En el caso de los hombres es de
82 años. Como consecuencia, y unido al bajo índice de natalidad con el que
cuenta (1,40 hijos por mujer en 2013), Japón tiene una de las sociedades más
envejecidas del mundo. Sobre este modelo demográfico se va a experimentar la
subida de la edad de jubilación y su cuantía.
El paralelismo demográfico con
el Estado Español es innegable y por ello el conocimiento del modelo japonés
nos enfrenta a nuestra propia realidad y a las soluciones que el sistema
propone.
El Estado Español se enfrenta a
una evolución demográfica ciertamente parecida a la japonesa. Estamos a la
cabeza de los países del mundo en términos de esperanza de vida (85 años en el
caso de las mujeres y muy ligeramente por debajo de 80 en el de los hombres),
al mismo tiempo que cuenta con una tasa de natalidad inferior a los 1,5 hijos
por mujer. Recientísimos estudios sobre la estructura poblacional del Estado
Español son bastantes concluyentes: nos enfrentamos a una población fuertemente
envejecida en los próximos años. Pero, si bien la situación demográfica
respecto a Japón es paralela, no lo es la situación económica y social.
España cuenta con una elevada
tasa de desempleo, especialmente en jóvenes, Japón no, solamente el 3,5%. Tasa
de desempleo que suma tensión adicional al importante reto de la evolución
demográfica, elemento central en torno al cual giran todas las propuestas de
privatización de pensiones siguiendo el mantra de “si hay menos contribuyentes
y más beneficiarios del sistema público de pensiones, el sistema público no puede
soportarlo y está condenado a su desaparición y/o miserabilidad”. Esta es la
línea ideológica y explicativa que el capitalismo globalizador (Imperialismo) y
sus instrumentos: FMI, BM, OCDE, etc., la UE, y por supuesto nuestra burguesía
mesetaria y de todo pelaje (nacionalistas incluidos), utilizan para justificar
la necesidad de la privatización de las pensiones públicas y potenciar las
privadas
Todo el mundo sabe que, en
términos de economía capitalista, Japón es más productivo que el Estado Español,
y sin embargo las propuestas para la jubilación en el Estado Español hechas por
voceros de la patronal van en la dirección de la jubilación japonesa. Por ello
lo que pase en Japón se aplicará socialmente en España con un resultado
realmente dramático si no hacemos nada por evitarlo.
El vehículo mundial de la
propuesta japonesa es la OCDE, instrumento ideal y “neutro”, es decir, técnico,
nada ideológico, como gusta de decir el capitalismo. Pero eso es mentira, las
propuestas de la OCDE son austericidas, antiobreras y antipopulares, y hay que
decir con claridad que las propuestas de este organismo son profundamente
ideológicas: “Lo que propone la OCDE es bajar las pensiones y que los jubilados
trabajen”. Es una propuesta criminal. Los planteamientos de la OCDE carecen de
cualquier fundamento científico o humano, solo las sustenta el fundamento
ideológico, capitalista, antihumano y explotador.
Indudablemente medidas de ese
tipo tendrían efectos muy negativos en el gasto en sanidad y dependencia,
además de incluir un componente de injusticia. El problema de elevar la edad de
jubilación es que, al final, la gente con menores ingresos financia las
pensiones de quienes tienen mayores rentas y esperanza de vida. Según la
Organización Mundial de la Salud cada vez “vivimos más años, pero en peores
condiciones”, por ello la Esperanza de Vida Saludable, que mide el tiempo que
una persona vive sin enfermedades que lo incapaciten, se está reduciendo.
Por todo ello, la Central
Sindical Unitaria de Pensionistas y Jubilados (CSUPJ,) invita a todas las
organizaciones clasistas a que rechacen con contundencia y lucha todas aquellas
propuestas que tengan, directa o indirectamente, como objetivo el aumento de la
edad de jubilación, denunciando y confrontando con todas aquellas organizaciones,
tanto políticas como sindicales que acepten o propongan iguales o parecidas
propuestas.
Estado Español, 15 de
diciembre de 2018
No hay comentarios.:
Publicar un comentario