El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, comunicó que el 70% no llega a cubrir los
gastos de la canasta básica del jubilado.
Por
los aumentos de los precios de los alimentos, medicamentos, y servicios de la
vivienda, la canasta básica de los adultos mayores o jubilados ya vale $ 21.127
mensuales, según los cálculos de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad
de Buenos Aires.
El
defensor Eugenio Semino le dijo a Clarín que “el 70% de los jubilados y
pensionados no pueden cubrir estas necesidades básicas”. Y aclaró que “si bien
la Canasta Básica del Jubilado se mide semestralmente en los meses de mayo y
diciembre, en virtud del desmedido aumento inflacionario, incorporamos una
medición extra en el mes de agosto, como ya ocurrió en 2014 y 2016, años con
elevados niveles de inflación”.
Con
relación a la medición anterior, fines de abril, representa un incremento del
8,67% y del 20,6% respecto de fines de noviembre de 2017. Y del 50,2% si la
comparación se extiende a fines de 2016.
De
los $ 21.127, el grueso lo absorben los alimentos ($ 4.452), medicamentos ($
4.129) y gastos de vivienda ($ 6.234). El resto se reparte transporte,
recreación ($ 834), vestimenta y artículos de limpieza.
Los
números siguen mostrando un gran desfasaje con los haberes de jubilados y
pensionados que perciben una remuneración mínima de $ 8.096 y que a partir de
septiembre sube a $ 8.637 “quienes no llegan a cubrir el 40% del valor total de
la Canasta”.
Ocurre
algo similar con los que cobraban haberes medios -sostuvo Semino-, “sin olvidar
que las pensiones no contributivas y la pensión universal para adultos mayores
están en un rango del 70 – 80% menos de la jubilación mínima, alrededor de
$6.050 y $6.453, respectivamente. Inclusive, quienes percibieron haberes como jubilación
y pensión estarían sólo aproximándose a los valores de esta canasta”.
El
defensor de la Tercera Edad reclama “que las jubilaciones y pensiones mínimas
sean acordes a la Canasta Básica del Jubilado. Esto debiera materializarse
destinándose parte del flujo del Fondo de Garantia de Sustentabilidad (FGS)
para recomponer esos insuficientes haberes”.
Explicó
que “esto aseguraría una mejora en la condición de los beneficiarios y evitaría
el despilfarro que las distintas administraciones vienen realizando sobre ese
recurso. Hay que tener en cuenta que sólo el bolsillo del jubilado es garantía
de seguridad, ya que la tasa de recupero que tiene el sistema sobre estos
fondos es rápida y verificable a través del consumo interno”.
Con
el aumento de septiembre, las jubilaciones y prestaciones sociales acumularán
un alza interanual del 19,2%, cuando se descuenta que la inflación rondará el
32 ó 33%.
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