PARA CONVIVIR CON EL CORONAVIRUS Y LA SITUACIÓN ECONÓMICA DE LA POST PANDEMIA, LOS FONDOS PREVISIONALES Y DEL INSSJYP(PAMI),
DEBEN SER ADMINISTRADOS Y DIRIGIDOS POR REPRESENTANTES DE LOS TRABAJADORES
ACTIVOS, JUBILADOS Y LA PARTICIPACIÓN DEL ESTADO.
16 de Julio 2020
La Pandemia de Coronavirus, en esta etapa de
crecimiento de contaminaciones y muertes, como venimos señalando, con demandas
y propuestas para quienes integramos los sectores más vulnerables, pone de
manifiesto y agudiza las condiciones de subsistencia, con haberes jubilatorios
insuficientes, el deterioro creciente en la prevención, atención y necesidades
en salud por parte del INSSJYP (PAMI) y situaciones de imposibilidad de
mantener una vivienda.
Es la realidad de cinco millones
de jubiladas/os, pensionadas/os, con haberes jubilatorios por debajo de la
Canasta Básica de un Adulto Mayor de $45.020, de los cuales, alrededor del 50%
que reciben el haber mínimo jubilatorio de $16.359 de bolsillo, solo cubren un
tercio de esa Canasta.
Las residencias
habitacionales para personas mayores, denominadas Geriátricos, son una
demostración que la vulnerabilidad ante el Covid 19 está íntimamente vinculada
a deficitarias condiciones de habitabilidad permanente en estos
establecimientos, agudizadas con la violación de protocolos para la prevención
de contagios.
Ya es habitual
recibir la información de CABA o conurbano con cantidad de infectados y
fallecidos. Según un alarmante informe, un tercio de los fallecidos en el
AMBA, son habitantes y trabajadores en geriátricos.
En internación geriátrica hay 150 mil camas,
en 3800 lugares habilitados, con más de mil que son clandestinos. En los
habilitados, al no ser aplicados los protocolos en tiempo y forma, y sin los
controles que corresponden a las autoridades ministeriales gubernamentales,
PAMI y Obras Sociales, solo se visualizan cuando el contagio es grande de
residentes y trabajadores, con fallecimientos. Los clandestinos no se sabe
dónde están, el servicio socio sanitario se entera cuando ocurre una
tragedia.