DEFENSORIA DE LA TERCERA EDAD
En esta medición de la Canasta de los Mayores confirmamos la continuidad e
intensificación de las variaciones que hemos observado de forma semestral durante los
últimos 14 años, siendo esta la medición n°33, efectuada consecutivamente desde la
Defensoría de la Tercera Edad.
En este período el valor de la Canasta Básica de los Jubilados es de $ 912.584 al 1
de Octubre de 2024.
Se preserva la metodología utilizada desde la primer medición, conforme las pautas
establecidas por INDEC para la Canasta familiar resaltando la variación de precios de
categorías que tienen una tasa de uso mayor en esta población.
Las áreas geográficas donde se realiza la compulsa son aquellos centros urbanos del
país, en la cual viven más personas mayores. Estas son: Ciudad de Mendoza, Córdoba
capital, Rosario, CABA y Conurbano bonaerense.
Esta medición incluye gastos de vivienda que contempla un licuado de variables tales
como mantenimiento de un inmueble propio, alquiler, y la vida de adultos mayores en
pensiones.
El rubro medicación contempla una variedad de medicamentos de diferentes patologías,
considerando el descuento que se realiza en farmacias según la obra social del jubilado
e insumos de farmacia de alta tasa de uso por este grupo etario.
Una historia que se repite Los nuevos datos de la Canasta Básica de los
Jubilados ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde
cada vez más el sector.
Una canasta básica de $ 912.584 en un contexto en el que cuatro millones y
medio de jubilados cobran una mínima de $ $234.540,23 más un bono de $
70.000. Los beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM)
cobran$ $187.632 más el bono. El monto de Pensiones No Contributivas, para
personas con discapacidad, es de $ 64.178, más el bono de $ 70.000
El intento de mitigar el problema mediante el anuncio de bonos que son como
monedas arrojadas a un pueblo hambriento no solamente son inútiles sino
también contraproducentes. Son parches que resaltan el agujero que quieren
ocultar. No es que los jubilados sigan estando mal, es que están cada vez peor
y no hay perspectivas de que la situación se revierta. Son siete millones de
jubilados y jubiladas, ¿cómo puede salir adelante un país cuyo Estado hunde
directamente en la pobreza a más del diez por ciento de su población? La
deuda sigue siendo con ellos.
Dr. Eugenio Semino - Defensor del Pueblo de la Tercera Edad